Kumite

組手

En el karate Shotokan, el kumite —la práctica del combate— se construye de forma progresiva, pasando por distintos formatos que desarrollan técnica, control y capacidad de reacción. Todo comienza con el Gohon Kumite, combate de cinco pasos, donde se trabaja precisión, distancia y ritmo en un entorno completamente estructurado. Luego sigue el Sanbon Kumite, que reduce a tres pasos y exige una reacción más rápida y concentrada. El siguiente nivel es el Kihon Ippon Kumite, de un solo paso. Aquí la respuesta debe ser exacta y controlada, con intención real. Se empieza a sentir la aplicación práctica del kihon en un contexto más realista. A continuación, el Jiyu Ippon Kumite introduce mayor libertad: aunque el ataque está anunciado, el defensor tiene múltiples opciones de respuesta. Aparecen la adaptabilidad y la toma de decisiones en tiempo real. Finalmente, el Jiyu Kumite, o combate libre, representa la integración de todos los principios: técnica, estrategia, control emocional y ética. No hay patrones fijos, pero sí una profunda estructura interior que guía cada acción. Cada tipo de kumite no es solo una fase, sino un paso en la evolución del karateka. Desde lo básico hasta lo libre, se cultivan la eficacia, el respeto y el dominio técnico en movimiento.

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