Karate Dō
空手道
El Karate-dō moderno fue formalizado por Gichin Funakoshi (1868–1957), maestro okinawense que adaptó y sistematizó las técnicas tradicionales de Okinawa-te. Funakoshi incorporó el concepto de -dō para El Karate-dō tiene sus raíces en las antiguas artes marciales desarmadas desarrolladas en Okinawa, conocidas como Okinawa-te. Estas técnicas surgieron como una necesidad práctica debido a la prohibición del uso de armas impuesta por el dominio del clan Satsuma entre los siglos XV y XIX.
Okinawa, por su ubicación estratégica, recibió influencias de diversos sistemas marciales chinos, especialmente del kung fu del sur de China, que aportó métodos de mano abierta, trabajo respiratorio y técnicas de bloqueo y golpeo refinadas.
El resultado fue un sistema híbrido y efectivo, basado en principios de economía de movimiento, precisión, control de la distancia (maai) y concentración de energía (kime).
A principios del siglo XX, Gichin Funakoshi introdujo estas técnicas en Japón, donde se transformaron en un arte marcial formal bajo el concepto filosófico de -dō (camino), enfatizando no solo la técnica, sino también el desarrollo ético y espiritual.
Así, Karate-dō nació de la fusión entre la tradición okinawense, las influencias chinas y la sistematización japonesa, convirtiéndose en un método integral de combate y crecimiento personal.